El deseo de competir, la incapacidad de colaborar
Con frecuencia, el diálogo sobre la investigación científica en la República Dominicana se centra en mejorar nuestra posición en los rankings internacionales. Es una meta loable que busca internacionalizar nuestras universidades y construir una cultura del conocimiento.
Sin embargo, antes de poder alcanzar estas metas, debemos superar uno de los mayores obstáculos para la investigación local: la falta de colaboración. Aunque parezca contradictorio, en el competitivo mundo de la investigación, sin colaboración no se puede llegar muy lejos.
La Evidencia: Datos que Revelan la Fractura
Un estudio bibliométrico de la Dra. Giovanna Riggio pone en evidencia esta debilidad estructural. Algunos datos clave son reveladores:
- La colaboración nacional se ha mantenido en niveles muy bajos (solo un 9.32%).
- El índice de internacionalización del sector universitario es del 36.65%.
- La tasa de documentos que las universidades dominicanas han producido sin ninguna colaboración es altísima, alcanzando el 57.1% de su producción total.
El Camino a Seguir: 5 Claves para Revertir la Situación
Para cambiar esta realidad, especialmente en la investigación en salud, debemos enfocarnos en cinco puntos estratégicos:
- Fortalecer la Gobernanza de la Investigación en Salud.
- Facilitar la Institucionalización y formalización de la actividad científica.
- Capacitar recursos humanos.
- Aumentar el acceso a fondos de investigación.
- Favorecer la colaboración interna y Sur-Sur.
1. Una Gobernanza Débil e Incompleta
El Ministerio de Salud Pública (MSP) históricamente no ha financiado investigación, y el Ministerio de Educación Superior (MESCyT) excluye de sus fondos a gran parte de la investigación en salud que no sea de innovación o tecnología, dejando fuera áreas cruciales.
2. Institucionalizar la Investigación
Cada universidad, centro de salud u ONG debe desarrollar sus propias políticas internas de investigación, definiendo metas, financiamiento y, crucialmente, un programa de protección a los participantes que incluya la conducta responsable y el manejo de conflictos de interés.
3. El Déficit de Capital Humano
Menos del 2% de los profesores universitarios tienen un doctorado, y de ellos, muy pocos se dedican a investigar a tiempo completo. Se requiere una mayor y más transparente inversión en becas, con políticas claras para el retorno y la inserción de estos profesionales.
4. Acceso Limitado a Fondos
Aunque el FONDOCyT es un aporte valioso, es insuficiente y excluye arbitrariamente a las ciencias sociales y las humanidades, áreas vitales para entender nuestro contexto nacional.
5. Promover la Colaboración Correcta
El Estado debe incentivar no solo la colaboración con el Norte global, sino también la colaboración interna y con países de la región (Sur-Sur). La falta de redes y de comunicación interministerial hizo que, durante la crisis del Zika, se perdieran valiosas oportunidades de investigación. Como discutimos en un artículo en la revista Health Policy and Systems, estos retos éticos son significativos.
Iniciativas como la Red de Investigación de la ADRU son un paso en la dirección correcta, pero aún queda un largo camino por recorrer para incluir al sector empresarial y fortalecer una verdadera cultura de colaboración.
Saludos,
Julio Artur Canario