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La Triste Paradoja Dominicana: Crecimiento Económico y Alta Mortalidad Infantil 💔

Un análisis del Dr. Ricardo Elias Melgen, Director del Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral.


Un indicador que refleja el alma de una nación

La mortalidad infantil, es decir, las muertes antes del primer año de vida, es mucho más que una estadística. Es un indicador que nos permite evaluar las condiciones de vida de toda una sociedad, la efectividad de nuestro sistema de salud y las bases socioeconómicas sobre las que nos sostenemos.

Este análisis se centra en tres puntos clave:

  • La mortalidad antes del año de edad evalúa las condiciones de vida de una sociedad.
  • La desigualdad a nivel nacional sigue siendo un reto mayúsculo.
  • Aumentar el gasto público en salud y su calidad es una necesidad impostergable.


Las Cifras que Nos Interpelan

La República Dominicana, un país de ingreso mediano, presenta una tasa de mortalidad infantil alarmantemente elevada. Según datos de UNICEF para 2016:

  • Mortalidad Infantil en RD: 26 muertes por cada 1,000 nacidos vivos.
  • Promedio en Las Américas: 15 muertes por cada 1,000 nacidos vivos.

La mayor parte de estas muertes (un 80%) ocurren en los primeros 28 días de vida (mortalidad neonatal). Aquí, la brecha es aún mayor:

  • Mortalidad Neonatal en RD: 21 muertes por cada 1,000 nacidos vivos.
  • Promedio en Las Américas: 9 muertes por cada 1,000 nacidos vivos.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible para 2030 es reducir la mortalidad neonatal a un máximo de 12. Estamos muy lejos de la meta.


La Contradicción: Buena Cobertura, Malos Resultados

Paradójicamente, el país muestra buenos indicadores en la atención prenatal y en la cantidad de partos institucionales. Sin embargo, esto no se traduce en mejores resultados, pues mantenemos:

  • Una elevada tasa de mortalidad materna.
  • Un alto porcentaje de cesáreas.
  • Altas tasas de fecundidad y partos en adolescentes.


La Raíz del Problema: La Desigualdad

A pesar del crecimiento económico de la última década, la desigualdad sigue siendo un reto fundamental. Un claro ejemplo es la distribución de los recursos humanos en salud, que es muy desigual entre las provincias del país, con rangos que van desde 8.2 hasta 50.5 profesionales por cada 10,000 habitantes.


Un Camino Impostergable

No podemos seguir por este camino. Es urgente y necesario aumentar el gasto público en salud hasta alcanzar el nivel de referencia del 6% del Producto Interno Bruto (PIB). Solo así podremos empezar a disminuir las desigualdades y tener una oportunidad real de alcanzar las metas de desarrollo a las que nos hemos comprometido como nación.

Saludos,

Fundación Etikos

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